22 de octubre, 2013
La suerte de Claudia Esther López Aguilar está decidida y sus días al frente de la Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado están contados.
El suyo, ciertamente, es un cambio muy anunciado, sobre todo a partir de julio de este año, cuando a las quejas de que durante su gestión se dispararon los cortes completos y parciales de agua, se agregó el trato insensible a los usuarios con adeudos.
Por alguna razón que nadie entiende, durante el año que López Aguilar lleva al frente de Comapa, se dispararon los cortes de agua, a veces en toda la ciudad y otras por zonas, lo que nunca antes se había visto.
Todos estos cortes --incluido el de ayer que afectó a 60 colonias—se dieron junto con un disparo en el monto de los recibos a los usuarios y acciones tendientes a obligar a los 30 mil morosos a ponerse al corriente, lo que finalmente no se logró.
En los próximos días, si no es que esta misma semana, se instalará el nuevo Consejo de Administración de Comapa, que preside el alcalde Carlos Canturosas Villarreal e inmediatamente se nombrará al sustituto de Claudia López. Hay una terna de aspirantes que encabeza nada más y nada menos que el contador Delfino González Muñoz, dos veces ex alcalde suplente y dos veces ex tesorero, pero además respaldado por una calidad moral que esta fuera de duda.
La Comapa maneja un presupuesto de más de 320 millones de pesos al año --esto del presupuesto es un tema que se maneja con mucha secresía—lo que la convierte en una posición política muy preciada. Muchos profesionistas aspiran a trabajar en Comapa, para tener acceso a sueldos que van de los 40 mil pesos para arriba, para que luego de tres años se les despida y obtener indemnizaciones de más de un millón y medio de pesos. ¿Se acabará esto con don Delfino? Por lo menos, que se reduzca.
Mientras tanto, será hasta este sábado 26 cuando el diputado Ramiro Ramos Salinas inaugure formalmente su oficina de gestoría, ubicada en la esquina de Arteaga y Obregón.
La apertura de esta oficina cobra un significado especial pues no se trata simplemente de la oficina de un diputado más, sino del Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso y el neoleredense mejor posicionado a nivel estatal.
Ramiro se ha convertido en una especie de símbolo para los priistas, al ser el PRI un partido de oposición. Su investidura lo convierte, también, en aspirante natural a la diputación federal en el 2015.
Los priistas se siguen sintiendo desamparados, al no tener el partido un líder que los proteja y esté dispuesto a dar la cara por ellos. Es cierto que faltan todavía 20 meses para la próxima elección, pero hay muchísimo trabajo interno por realizar, en especial, determinar las razones por las que más de 40 mil militantes y simpatizantes salieron votar en contra, en la última elección.
Esto además de que es necesario revisar lealtades, también se debe limpiar la casa, sí es que se quiere participar en las próximas elecciones con un ánimo de triunfar.